Por mucho que pase el tiempo, por mucho que se avance en el tema de la igualdad, por mucho que se investigue y publique sobre la historia del feminismo y su absoluta repercusión en las sociedades, las políticas y las culturas... siempre me da la impresión de que andamos en círculos y volvemos siempre al mismo punto de partida. El feminismo se sigue equiparando al machismo en una aberrante dicotomía sin fundamento, la palabra sigue provocando rechazo incluso en las mujeres que por su actitud y comportamiento ante la vida nadie dudaría en calificar de feministas, aunque ellas mismas sean las apresuradas en negarlo... Y no digamos ya en los hombres, que no contentos con echar pestes de las feministas se complacen en pavonearse de ser bien machos o, al menos, concienzados (y concienzudos) machistas.Y eso que yo siempre advierto (mi ingenuidad y mi idealismno sigue sin encontrar los límites) cuando me defino como feminista que lo soy y a mucha honra, pero que no voy por ahí con el sujetador en la mano y capando hombres en las oscuridades de los callejones. Si a eso le añadimos que tampoco tengo ningún pudor en manifestar que soy también lesbiana el shock que advierto en los que reciben el mensaje es total. Y si no hay shock, hay la sonrisita socarrona esa de "claro, claro, ¡cómo no va a ser feminista si es bollera!
Y, una vez más hasta la próxima, me descorazono y pienso "¿Es que no ha servido de nada?" Todo lo que se ha hecho, todo lo que se ha recorrido, todo lo que se ha sufrido, todo lo que se ha desenterrado de las garras avarientas de la historia patriarcal, todas las brujas que quemó la Inquisición, todas las mujeres que marcaron a fuego en el cuerpo, todas las sufragistas que se encadenaron en las puertas de los juzgados, todas las que padecieron prisión, todas las que se murieron de pura miseria por defender los derechos laborales de TODAS las demás mujeres, las que corrieron delante de la policía en las manifestaciones, las que torturaron en oscuros calabozos, las que se dejaron la vista y la vida escribiendo las ideas que ahora ya no son ideas, sino derechos impepinables, las que tuvieron que soportar el quedarse sin familia, sin amigos, sin hijos, sin marido, sin trabajo... Las mujeres siguen quedándose con cara de bobas cuando nombras a Mary Wollstonecraft o a Simón de Beauvoir (¿quién coño serán esas?, dicen sus boquitas de piñón, mientras sacuden la melana teñida con mechas "naturales") y se siguen quedando tan anchas proclamando orgullosas "yo no soy feminista", aunque le hayan dicho más de una vez a su madre, a su hermana, a su prima o a su vecina ¿cómo puedes consentirle al sinverguenza de tu marido que te trate así, o que te pegue, o que te ponga los cuernos, o que te asesine en el peor de los casos (y más de una haya acompañado a otra a poner una denuncia o le haya puesto hielo en el ojo morado); aunque se encolericen indignadas cuando se les cruce alguna marroquí recién aterrizada con su velo y su chilaba; aunque mantengan apasionadas discusiones con sus compañeros de trabajo por cuestiones de discriminación laboral; aunque se sigan indignando cada vez que pasan por una obra y oigan el consabido "¡eso es carne y no lo que pone mi madre en el cocido!"; aunque en el café con las amigas pongan a los novios, maridos o parejas de hecho como el rosario de la aurora porque no son capaces de acertar con los botones de la lavadora; aunque tengan que ir a hacer yoga para quitarse el estrés de ser administrativa eficiente, madre perfeca, hija abnegada, chófer paciente, cocinera estupenda, asistenta impecable y geisha sex symbol, todo a la vez todos los días de la semana y se queje merecidamente por ello. No, ellas NO SON FEMINISTAS, NI HABLAR, FALTARÍA MÁS. Las feministas son una extraña raza de mujeres insatisfechas (seguramente tortilleras), feas e histéricas, que como nunca las ha querido ningún hombre, van por ahí echando pestes de ellos.
Ay, señor...Todo esto se me venía a la cabeza esta mañana, en mi clase de redacción correcta, cuando daba unas simples pautas para no caer en el lenguaje sexista y me miraban con sorna ellos, con impaciencia ellas, pintándoseles en la cara aquello de ¿pero para qué coño servirá esto de decir "el alumnado" en lugar de "los alumnos"? Menudo despropósito, qué manera de sacar las cosas de quicio, qué ganas de complicarse la existencia, con lo fácil que es dejar las cosas como están y como lo dice la RAE, que para eso es la RAE...
Y lo compartía luego con Mar, que es la directora del CEM en la universidad, profesora de derecho ya con muchas tablas feministas, con una inteligencia preclara para combatir argumentos machistofélicos, y, por si algo le faltara, un bellezón de ojos claros y piel canela... Nada, que a ella le pasa lo mismo, pero no ya con alumnos sin obligación de conocer el feminismo, sino con gente pudiente en el mundo de los cargos responsables...
Que la ignorancia es la misma, igualita de democrática, en la clase obrera y en los sindicatos, en la judicatura y en la política, en el mercado de abastos y en la oficina del paro, en el ministerio del interior y en el locutorio de los colombianos de la esquina, en la universidad y en la academia de informática... ¿El feminismo? ¿Digaaaaaaaaa?Esto es España, señoras y señores (ellas delante, que cortesía nunca sobra), el primer país mediterráneo con un ministerio de igualdad, una ministra en los santos ejércitos y una ley del matrimonio homosexual que nos envidian allende los mares. La España de Quevedo y Manolete, le pese a quien el pese, le pese a Concepción Arenal, a Victoria Kent o a Clara Campoamor, a Lidia Falcón o a Carmen Alborch... o a Bibiana Aído.
Y, una vez más hasta la próxima, me descorazono y pienso "¿Es que no ha servido de nada?" Todo lo que se ha hecho, todo lo que se ha recorrido, todo lo que se ha sufrido, todo lo que se ha desenterrado de las garras avarientas de la historia patriarcal, todas las brujas que quemó la Inquisición, todas las mujeres que marcaron a fuego en el cuerpo, todas las sufragistas que se encadenaron en las puertas de los juzgados, todas las que padecieron prisión, todas las que se murieron de pura miseria por defender los derechos laborales de TODAS las demás mujeres, las que corrieron delante de la policía en las manifestaciones, las que torturaron en oscuros calabozos, las que se dejaron la vista y la vida escribiendo las ideas que ahora ya no son ideas, sino derechos impepinables, las que tuvieron que soportar el quedarse sin familia, sin amigos, sin hijos, sin marido, sin trabajo... Las mujeres siguen quedándose con cara de bobas cuando nombras a Mary Wollstonecraft o a Simón de Beauvoir (¿quién coño serán esas?, dicen sus boquitas de piñón, mientras sacuden la melana teñida con mechas "naturales") y se siguen quedando tan anchas proclamando orgullosas "yo no soy feminista", aunque le hayan dicho más de una vez a su madre, a su hermana, a su prima o a su vecina ¿cómo puedes consentirle al sinverguenza de tu marido que te trate así, o que te pegue, o que te ponga los cuernos, o que te asesine en el peor de los casos (y más de una haya acompañado a otra a poner una denuncia o le haya puesto hielo en el ojo morado); aunque se encolericen indignadas cuando se les cruce alguna marroquí recién aterrizada con su velo y su chilaba; aunque mantengan apasionadas discusiones con sus compañeros de trabajo por cuestiones de discriminación laboral; aunque se sigan indignando cada vez que pasan por una obra y oigan el consabido "¡eso es carne y no lo que pone mi madre en el cocido!"; aunque en el café con las amigas pongan a los novios, maridos o parejas de hecho como el rosario de la aurora porque no son capaces de acertar con los botones de la lavadora; aunque tengan que ir a hacer yoga para quitarse el estrés de ser administrativa eficiente, madre perfeca, hija abnegada, chófer paciente, cocinera estupenda, asistenta impecable y geisha sex symbol, todo a la vez todos los días de la semana y se queje merecidamente por ello. No, ellas NO SON FEMINISTAS, NI HABLAR, FALTARÍA MÁS. Las feministas son una extraña raza de mujeres insatisfechas (seguramente tortilleras), feas e histéricas, que como nunca las ha querido ningún hombre, van por ahí echando pestes de ellos.
Ay, señor...Todo esto se me venía a la cabeza esta mañana, en mi clase de redacción correcta, cuando daba unas simples pautas para no caer en el lenguaje sexista y me miraban con sorna ellos, con impaciencia ellas, pintándoseles en la cara aquello de ¿pero para qué coño servirá esto de decir "el alumnado" en lugar de "los alumnos"? Menudo despropósito, qué manera de sacar las cosas de quicio, qué ganas de complicarse la existencia, con lo fácil que es dejar las cosas como están y como lo dice la RAE, que para eso es la RAE...
Y lo compartía luego con Mar, que es la directora del CEM en la universidad, profesora de derecho ya con muchas tablas feministas, con una inteligencia preclara para combatir argumentos machistofélicos, y, por si algo le faltara, un bellezón de ojos claros y piel canela... Nada, que a ella le pasa lo mismo, pero no ya con alumnos sin obligación de conocer el feminismo, sino con gente pudiente en el mundo de los cargos responsables...
Que la ignorancia es la misma, igualita de democrática, en la clase obrera y en los sindicatos, en la judicatura y en la política, en el mercado de abastos y en la oficina del paro, en el ministerio del interior y en el locutorio de los colombianos de la esquina, en la universidad y en la academia de informática... ¿El feminismo? ¿Digaaaaaaaaa?Esto es España, señoras y señores (ellas delante, que cortesía nunca sobra), el primer país mediterráneo con un ministerio de igualdad, una ministra en los santos ejércitos y una ley del matrimonio homosexual que nos envidian allende los mares. La España de Quevedo y Manolete, le pese a quien el pese, le pese a Concepción Arenal, a Victoria Kent o a Clara Campoamor, a Lidia Falcón o a Carmen Alborch... o a Bibiana Aído.
1 comentario:
Hola de acuerdo al 100% contigo, yo he oido y leido cada pendejada respecto al feminismo, por ejemplo yo practico la danza del vientre, y en muchas paginas de belly dance he leido "las feministas nos odian porque dicen que nosotras calentamos a los hombres, y estos despues de vernos cometen violaciones" toing!!!! esta idea esta super extendida entre las bailarinas que aqui en México bailan belly dance, tremendos agarrones me he dado con las maestras y compañeras, -oigan nosotras bailamos libremente porque las feministas, se partieron su madre, ustedes hablan y sueñan bailar en Egipto pero no saben ni papa de que por allá el 90% de sus mujeres tienen la ablación, de que sus "bailarinas del vientre" son marginadas, prostituidas, explotadas,son super marginadas, ademas el feminismo no dice semejante tonteria, no culpa a la mujer de las violaciones,eso jamas ,informense-.
En yahoo respuestas tengo un nick (vampira) y me sorprende la cantidad de ideas erroneas respecto al feminismo que he leído en la sección llamada "estudios sobre la mujer", equiparan el feminismo con el machismo, como si fuera una contraparte, mujeres que odian el feminismo, hombres que declaran abiertamente que son machos, y se sienten orgullosos, preguntas de feministas borradas por yahoo, mujeres que no conocen nada de su cuerpo, y también he visto ( no solo en yahoo respuestas también en la vida misma) que las mujeres seguimos siendo vistas atravez de los cristales de la casa, el cuidado de los hijos, los cosméticos, la moda, las revistas femeninas, la prostitución, la pornografía, la virginidad, las buenas para casarse y tener hijos, las malas para coger y hechar desmadre, la cocina, el vestido de novia, etc, etc, etc.
Y me sorprende y entristese leer y escuchar a las generaciones mas jovenes (15, 16.17,) cuando se vanaglorian de su machismo, cuando dicen pinches viejas putas, y a las chavas sentirse superiores por ser virgenes, e insultar y golpear en las escuelas (CCH, VOCACIONAL) a las que son "putas", youtube es una muestra de que carajo! vamos en retroceso! cabrones que graban traseros en el metro, en la calle, y se llenan de comentarios misóginos, y las mismas mujeres dicen "ellas tienen la culpa, para que se visten así," lo peor es que nisiquiera son comentarios de gente analfabeta, si no de personas que van a la universidad. Pero como dice mi abuela "unos a chingar, y otros a no dejarce".
Para mucha gente el que una sea feminista es una patada en el estomago, uno de mis primeros comentarios en mi blog fue un insulto porque en mi perfil dice que soy femista, a mucha gente le ca-ga, me han dicho come vergas, machorra, resentida con los hombres, puta promiscua, abortista, vampireza, comunista, golfa etc, etc, etc,
Insultos que solo hablan de la ignorancia, y del terror que siente la sociedad hacia las mujeres libres, independientes, pensantes, un gran saludo. como siempre tus lineas impecables.
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