3 ene 2010

Año nuevo, penas viejas


Año Nuevo

Un nuevo año comienza, madre, sin ti.

Con el cielo empeñado en ser plomo,

con el aire enfadoso de llovizna,

con la música de Strauss de todos los años.

Un nuevo año comienza, madre, sin ti.

Ayer no estuviste

comiéndote las uvas,

(peladas y sin hueso),

no brindaste con dos gotas del gaitero,

no te enfadaste una vez más.

Hoy no estás,

mañana tampoco,

¡que pobres mis palabras

para explicar tu ausencia!

para decir en este nuevo día,

de este nuevo año

de este nuevo siglo

que todo lo que siento

es estar sin ti.

Madre, rosa de palabras mudas:

abandono, soledad, pena,

arrepentimiento, dolor, carencia,

los grita mi corazón de niña,

los grita mi corazón de hija.

Un nuevo año comienza, madre, sin ti.

Las arrugas las hacen las lágrimas, madre,

las vertidas y las sin verter,

y no pueden con ellas cremas ni ungüentos.

Este año he acumulado

más arrugas que nunca,

he llorado más que nunca,

me he tragado más lágrimas que nunca.

Las estrías las hace el sufrimiento

de parir, de perder kilos,

de acumular pérdidas sin cuento.

A mí se me ha hecho una enorme,

en la línea del vientre del alma,

profunda y sangrante,

como la erre roja de tu nombre.

3 comentarios:

Cris Carrasco García dijo...

Hola Angie, a pesar de todo, feliz año nuevo. Existen varios libros de (tal vez la conozcas), Elisabeth Kübler-Ross , una mujer que durante cuarenta años estuvo trabajando con enferm@s terminales, la muerte, el proceso de morir y qué hay más allá de ella, todo desde un punto de vista "científico" porque ella es médico, que cuando yo estoy pasando un duelo como el que tú estás pasando actualmente, los releo y me dan muchísimas esperanzas y consuelo, quizá a ti también te sean útiles. Uno se titula: "La muerte, un amanecer", y el otro" La rueda de la vida", este último es su autobiografía , que es todo un ejemplo de fuerza y de positivismo.
Un beso
Cris

Angie Simonis dijo...

Gracias cariño por tus palabras. El duelo ya lo pasé en su momento, mi madre murió hace ocho años. Pero, pase el tiempo que pase, todas las navidades siento el mismo dolor y la misma nostalgia de mi madre. Nunca habrá navidades felices para mí...
He sentido la pérdida de mis seres queridos varias veces y he sentido mucho dolor. Y quiero seguir sintiéndolo siempre, como homenaje a las personas que sigo amando, aunque pase el tiempo y con su velo pretenda borrarlas...
Todos los finales de año son iguales que aquel primero que pasé sin ella.
Hay que sentir el dolor, hay que expresarlo,no disfrazarlo, ni evitarlo. El dolor es la vida, como el amor.

María dijo...

Bonito blog, me quedo viéndolo, con tu permiso.

Te invito al mío.

Un beso.