17 mar 2008

La vida es bella...

La semana pasada me sucedieron dos cosas tiernas y emocionantes, de esas que te hacen amar la vida y sus contradicciones, a pesar del pesimismo que te supera a veces, aun cuando las dificultades pretendan hacerte olvidar que hemos venido a este mundo a ser felices.
Una mañana, después de varios días grisosos y tristones, sacamos a los perros a tomar un agradable sol primaveral, de los que te hacen agradecer el cambio climático, mientras nosotras cotilleamos sentadas en un banco enfrente del mercado central. Llega entonces a saludarme una vieja amiga de mi madre, de las pocas de su época que aún están vivas y que además recuerde que yo soy su hija; siempre me pregunta por mi hija y por los nietos y me cuenta la retahíla de sus múltiples males (la rodilla que no la deja andar, los ahogos, pero sobre todo "les cames, filleta, les cames que no puc en elles"...) que yo escucho con respeto y simpatía; siempre trae a colación el recuerdo de mi madre, de su juventud juntas, de sus amigos mutuos ya desaparecidos, un pequeño paréntesis en el que puedo imaginarme a mi madre joven, guapa y llena de vida, antes de conocerla siquiera...
Esta mañana se queda mirando a Adriana con curiosidad y me pregunta, con la frescura que dan los muchos años: ¿Quién es? ¿Tu amiga? Y yo, con la frescura que tengo de siempre: No, es mi mujer. ¿Quién? Mi mujer, nos hemos casado. Cara perpleja, que se repone enseguida con una amplia sonrisa, después de unos segundos de duda. ¡Me alegro mucho! Sí señor. Os digo una cosa. Se agacha y baja la voz, conspiradora, dispuesta a regalarnos una perla de su experiencia. ¿Sabéis lo que tenéis que hacer? Quereros mucho, mucho, mucho. Y ya está.
Setenta y ocho años, amiga de juventud de mi madre. Su cara se llenó de dulzura, de una extraña complicidad... Quizá recordara otras amigas suyas, que no pudieron hacer lo mismo que nosotras... Quizá recordara alguna especial, por la que ella misma sintiera algo indefinible... quién sabe. Sobre todo quereros mucho.
El jueves había quedado en Alicante, para ver a mis ex compañeras de trabajo. Una de las pocas que todavía aguantan en la empresa estaba con depresión y por fin íbamos a reunirnos a ver si hacíamos algo entre todas las despedidas... Adriana se cambió el turno para poder venir y a mí me extrañó un poco. Conduje todo el camino pensando en Chus, preocupada por ella, indignada otra vez recordando la pesadilla del último año de trabajo, preguntándome por qué habríamos quedado en la chocolatería Valor, si allí no se puede fumar... vaya mosqueo, claro como ellas ya no fuman...
Encontramos pronto aparcamiento, a una calle de la Explanada. Entramos en Valor y las vemos al fondo del local. Y conforme voy acercándome se levantan de la mesa y ¡horror de los horrores! se ponen a aplaudir, ellas y los camareros. No entiendo nada. Estas tías están chaladas. Pero ¿queréis dejar de aplaudir? ¡Por tu tesina!
Y entonces entiendo por fin. Me han engañado como a una china. De reunión nada, es un homenaje por mi DEA... Mi mujer y mis compis conspirando a mis espaldas para hacerme feliz. ¿Cómo podré perdonarlas? Mientras estoy abriendo el regalo, envuelto en precioso papel malva, me salen unos pucheros que habrían hecho las delicias de internautas de you tube, ellas se mean de la risa, claro ¿quién ha visto nunca a Angie Simonis, la belicosa profesora de literatura de mujeres, haciendo pucheros?
Mis queridas y adorables compañeras. Tan bellas, tan tiernas, tan BRUJAS, tan acertadas. Me han hecho un regalo estupendo, algo en lo que solo ellas, conocedoras de mi vocación y mi pasión podían haber acertado así: dos volúmenes, Las mujeres que leen son peligrosas y Las mujeres que escriben también son peligrosas, donde se suma el contenido sobre literatura y mujeres y el arte de unas bellísimas ilustraciones. Un regalo de esos que muestras orgullosa a las visitas, al que reservas un lugar de honor en tus estanterías del
corazón.
Gracias, compañeras. Esa tarde no la olvidaré nunca.
Un par de ejemplos de lo que puede lograr la sororidad entre mujeres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.

Soy Gonzalo.

Les vengo a pedir ayuda para poder difundir lo mas posible mi blog sobre el calmbio climático
Hasta hace poco hice circular por internet una reflexión sobre el calentamiento global dejandola en los blogs que trataran sobre el tema o que estuviesen relacionados al medio ambiente.
Pero ahora he creado mi propio blog.
Denle un vistazo a mi blog y si les interesa y les gusta, por favor les pido que me ayuden.
Esto de los blogs es muy reciente para mi

Aca esta mi dirección de blog:

http://elgranretodelsiglo.blogspot.com/


Por favor mirenlo aunque sea primero.


desde ya muchas gracias.

Un gran saludo.

Angie Simonis dijo...

He visitado tu página y me alegro mucho de que me hayas escrito.
También pondré tu blog en mis sitios recomendados.
si crees que puedo ayudarte de alguna otra forma, no dudes en decírmelo.
¡todos debemos colaborar en salvar a la Madre Tierra de la crueldad y el despojo de esta salvaje sociedad patriarcal!