18 abr 2009

Nuevo libro calentito

Tras unos cuantos años de retraso y múltiples peripecias, salió por fin este precioso e imprescindible volumen en el que también me siento orgullosa de participar.
Precisamente ahora (y es que el universo tiene un orden y equilibrio sorprendentes) que estoy sumida en la preparación de un taller sobre lenguaje no sexista...
¿Para cuándo hablaremos bien y correctamente todas y todos? Sin excluirnos unos a otras, sin menospreciar un sexo sobre otro, con propiedad, con sabiduría, con elegancia (que lo cortés no quita lo valiente)...
¿Para cuándo ese reconocimiento en el lenguaje de que nuestra lucha por SER y ESTAR presentes no ha sido estéril?
¿Para cuándo el fin de las discusiones sin fin sobre la utilidad o inutilidad de un lenguaje ya no sexista, sino simplemente realista por parte de los que se hacen llamar intelectuales o sabios o filólogos o simplemente inteligentes y no hacen más que despreciar con su actitud a las mujeres que les rodean, que les aman, que les cuidan, que les aprecian, que les toleran, que les han parido, que les acompañan, que les escuchan, que les comprenden, que les miman, que les desean, que les invitan a un café, que les HABLAN en masculino?
Hablar de discurso sexista no es exactamente lo mismo que hablar de lenguaje sexista. Lo lingüístico no es deslindable de lo social, sino necesariamente social. Así que la discusión clásica acerca de si la lengua española es o no sexista “en sí misma”, más sexista o menos que otras lenguas (“en sí mismas”) es, ciertamente, muy interesante para nosotros los lingüistas, pero seguramente está “desenfocada” para los estudiosos de lo social. Como fenómeno social que es, el sexismo puede manifestarse en cualquier ámbito, y alcanzar reflejo (explícito o implícito) en el lenguaje (aunque no siempre ni necesariamente).
A nuestro alrededor (en los medios de comunicación, en la literatura, en nuestro trabajo o en nuestra vida cotidiana…) encontramos con frecuencia manifestaciones y hechos en los que diríamos razonablemente que subyace un punto de vista o una ideología claramente sexistas, un discurso sexista, pero no siempre nos será fácil encontrar huellas explícitas en el lenguaje implicado ni poner palabras precisas al fenómeno.

ANA MARÍA VIGARA TAUSTE. "De sexismo, lenguaje, discurso y discriminación de género", "Nombrar en femenino. El caso emblemático de jueza". Profesora Catedrática de Lengua Española en el departamento de Filología Española III (Facultad de Ciencias de la Información, Universidad Complutense de Madrid). Labor investigadora centrada en el estudio de la lengua oral (sobre todo en su vertiente hablada, “coloquial” o conversacional), del discurso juvenil, y del uso del lenguaje en los medios de comunicación (publicaciones periódicas, radio, televisión) y del sexismo discursivo y lingüístico.
ESTHER FORGAS BERDET. "Siguiendo pistas: la emergencia de la mujer en el diccionario". Doctora en Filología Románica por la Universidad de Barcelona, Catedrática de Lengua Española de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.
EULÀLIA LLEDÓ CUNILL. "De yeguas, vacas, rebaños y cluecas".Doctora en Filología Románica por la UB, es profesora de secundaria en Barcelona y colaboradora docente de distintas universidades.
JOAQUÍN Mª AGUIRRE ROMERO. "Mujer y lectura. La formación del género novelesco en los siglos XVIII y XIX". Doctor en Ciencias de la Información y profesor. Titular de Periodismo de la Universidad Complutense.
MARÍA ELENA GÓMEZ. "Mujeres columnistas y actualidad política". Doctora en Ciencias de la Información y Profesora Titular de Redacción Periodística en la Universidad Europea de Madrid.
DOLORES ANUNCIACIÓN IGUALADA BELCHÍ. "Estrategias de imagen en el discurso parlamentario femenino (Legislatura constituyente). Doctora en Filología Románica y Profesora Titular de Lengua Española por la Universidad de Murcia.
JESÚS CASTAÑÓN RODRÍGUEZ. "Mujer y deporte. Evolución de la presencia femenina en el fútbol español". Doctor Honoris Causa por el Consejo Iberoamericano en Honor a la Calidad Educativa y Doctor en Filología Hispánica.
IBAI ARAMBURUZABALA ARRIETA. "¡Somos hombres! El machismo en las revistas masculinas". Licenciado en Traducción e Interpretación por la Universidad Pontificia Comillas de Madrid y ha realizado los cursos doctorales de La Lengua y la Literatura en relación con los Medios de comunicación en la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid.
FÉLIX RODRÍGUEZ GONZÁLEZ. "El estereotipo femenino en la caracterización gay". Catedrático de Filología Inglesa en la Universidad de Alicante, y doctor en Lingüística Románica por la Universidad de Alberta (Canadá).
ANGIE SIMONIS. "Lesbofilia: la asignatura pendiente del feminismo español". Licenciada en Filología Hispánica.
http://huergayfierro.com/html/files/NOVEDADES_28239.html

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema no es el lenguaje. Sois vosotras, en concreto las feministas, las que os sentis discriminadas por tener un plural lingüistico que no podeis imponer. "Los estudiantes", "los ignorantes", "los peatones", engloba a todos y todas NO EXCLUYE. Para ti puede ser lenguaje sexista. Yo lo veo simplicidad idiomática, claro que yo no soy feminista... ni machista, porque creo que las posturas extremas, como en estos dos casos, no permiten ver más allá de la realidad, y limitan la visión del mundo a la propia concepción del mismo.
Me temo que, como en otras ocasiones, al no estar de acuerdo con lo que dices, no aparecera este comentario publicado.

Angie Simonis dijo...

Siempre publico los comentarios, aunque no estén de acuerdo conmigo.

Anónimo dijo...

No me dejes en mal lugar. El comentario sobre la encuesta de telecinco sobre la opinion de la iglesia en el aborto, por ejemplo, no lo publicaste.

Angie Simonis dijo...

Perdón, lo acabo de ver ahora mismo y por supuesto que lo he publicado... Aunque yo sí que soy partidaria del aborto estoy de acuerdo contigo en que es una decisión que también implica al hombre en algunos casos.
Respecto a tu comentario sobre el lenguaje, el otro día tenía prisa y no podía extenderme mucho.
Te diré que soy feminista, pero no creo que sea una persona radical en nada pues la vida me ha enseñado que las posturas no pueden mantenerse de por vida y que vamos cambiando a lo largo del tiempo. Y si me hice feminista fue estudiando y aprendiendo muchas cosas que ignoraba como mujer y como persona. Equiparar feminista a machista, ponerlos como partes opuestas de un todo es un craso error, es una aberración. El feminismo es un movimiento ideológico, social, cultural y político que ha cambiado nuestra sociedad y nuestra civilización sobre todo durante el siglo XX. El machismo es una actitud antediluviana que hasta la mayoría de los hombres sensatos y con un poco de sensibilidad rechazan de plano.
En cuanto a lo lingüístico, los ejemplos que pones son de genéricos perfectamente válidos para un lenguaje no sexista y aceptados plenamente por las "feministas" y por cualquiera que sepa un mínimo de lenguaje. Lo que se contempla como lenguaje sexista es el masculino como abarcador de los dos géneros.
Creo que sobre el tema del lenguaje todo el mundo opina (¡cómo no, el lenguaje es propiedad de todos!), pero muchas veces se hacen argumentaciones apasionadas que son fruto de una cierta dosis de ignorancia respecto al tema. Da un poco de pereza formarse antes de opinar, pero en el terreno del lenguaje no sexista pienso que no es tiempo perdido porque es una oportunidad de hablar mucho mejor, sin ignorar a la mitad del planeta y sin ofender absolutamente a nadie. Ninguna de las propuestas que he estudiado (y que han hecho tanto hombres como mujeres) me parece que esté fuera del sentido común.
Te recomiendo esta página
http://sin-sexismos.blogresponsable.com/ (es de un chico, precisamente)
¡Saludos!

yosune dijo...

Eso de feminista versus machista... es una postura que últimamente se ve mucho entre la gente más joven... es verdad que parar hablar de feminismo habría que leer algo antes sobre el feminismo...como tú dices, Angie, es un movimiento ideológico, social y cultural y el machismo una simple actitud... no son en ningún caso equiparables.
Sigo viva¡¡¡ ultimamente no puedo seguir tu blog... a duras penas mantengo los míos... pero acepto tus críticas filológicas al cien por cien¡¡

En cuanto pueda me hago con este libro panchaaaaaaaaaaa
mil besinos desde la tierrina¡¡¡

Anónimo dijo...

Gracias por responder. Yo, será desde la ignorancia, pero estoy flipando. Dentro del manual de uso y costumbres del leguaje no sexista que promociona la pagina que me dices, no pude más que sonreirme cuando lei cosas como que, para no discriminar a nadie, en lugar de usar palabras como LOS clientes, LOS competidores y LOS ciudadanos entre otras (masculinos) usemos alternativas como LA clientela, LA competencia y LA ciudadania... femeninos... impresionante la logica de este bloguero (bueno... ESTA persona). Segun tus propias palabras "Lo que se contempla como lenguaje sexista es el masculino como abarcador de los dos géneros"... ¿y si es femenino no es sexista? Se que me vas a decir que ciudadania no es ciudadana, y que por tanto no es el femenino como generalidad, pero el termino es femenino, y aunque las palabras sean identicas, al usar "hombre" como abarcador de los dos generos, no es "hombre" de persona masculina, es un termino "léxico patrimonial", aunque use la misma "sintaxis". Mas cosas de la página: decir que la economia linguistica (lo que yo malamente llame simplicidad idiomatica) es un topico falso, es decir que se es mas listo y se tiene más razón que los que estan en la Real Academia de la Lengua. Impresionante.
Y respecto al feminismo/machismo, creo que tienes razón, pero solo en tu propio concepto (que es el concepto que en seguida aparece en boca de las feministas cuando se habla del tema, y aparece en todos los foros sobre el tema). La lucha de la igualdad de la mujer, con mujeres como Margaret Sanger, Betty Friedan, o Mary Wollstonecraft y los derechos de las mujeres, que ninguna persona con sentido común pondría en tela de juicio, es el concepto feminista desde hace dos siglos, contra autenticas situaciones hipermachistas (toma palabro!). Pero la ciega lucha por la superioridad de género (las "discriminaciones positivas") no es - según mi propio juicio - feminismo.

Cuando termine de escribir, tengo que recoger la ropa tendida en la azotea, por que en casa vivimos dos adultos, y no se me ocurre decirle a mi pareja "recogela tu, que eso es cosa de mujeres". Este ejemplo, y situaciones similares, son el "feminismo bien entendido" - (c) que ya se lo puse hace tiempo ;) - es decir, somos iguales en derechos y deberes. Pero solo esto. A partir de ahí, me parece una posición tan extrema como el machismo (esto no quiere decir no tenga detalles que tanto molestan a algunas mujeres por ser "machistas", como los masajes, regalar flores, dejarla a ella elegir primero, etc).

En definitiva, y te lo digo lo más sinceramente que puedo, aprendamos a ser mas humanOS, y menos sexistas/antisexistAS. No me importa que me digan hombre o persona, siempre que despues venga la palabra "excelente" y no "miserable".

Por cierto, me gusta mucho tu blog (no te lo habia dicho antes).

Angie Simonis dijo...

Bueno, gracias por el piropo al blog.
Pareces una persona con bastante cerebro, qué gozada discutir con buenos argumentos. Es cierto que la ciudadanía o la clientela son en femenino, pero también hay muchos otros en masculino (el campesinado, el vecindario).
Uno de los tópicos más extendidos es la confusión, a veces deliberada y a veces involuntaria, que se produce entre el género gramatical y el sexo de las personas. "Tierra" es femenino, "mundo" es masculino, "mar" es femenino y masculino, pero ni la tierra, ni el mundo, ni el mar tienen sexo. Muchas veces, sin embargo, coinciden el género y el sexo en femenino o masculino.
No es duplicar ni repetir cuando se nombra en femenino y en masculino a los grupos mixtos porque duplicar es hacer copias iguales y las madres no son lo mismo que los padres. Sin embargo es de uso extendido decir siempre "los padres" para referirse a ambos representantes de los dos sexos. Y así hasta el infinito. La palabra "hombre" no representa a la mujer (por mucho que lo diga la academia o quien quiera), "las mujeres y los hombres" sí representan a la "humanidad". Si tenemos en cuenta que el derecho fundamental de todo hombre o toda mujer es a ser y a existir, el no nombrar esa diferencia entre los hombres y las mujeres es negar otro de los derechos fundamentales: la representación simbólica en el lenguaje.
Mira, anónimo (me gustaría mucho que, si sigues frecuentando mi blog, me dieras otro nombre con el que dirigirme a ti), no le tengo mucho respeto a los señores de la academia. Uno de ellos, por ejemplo, tan admirado y respetado como es Arturo Pérez Reverte, ha dicho tantas barbaridades y ha resultado tan ofensivo que he jurado no volver a leer una sola línea suya jamás (y me gustaba bastante como escribía su narrativa). Me parece también deplorable que en la Real Academia de la Lengua no haya un número más paritario de mujeres; ¿es que no hay escritoras tan buenas como Pérez Reverte en este país? ¿ni periodistas, ni ensayistas, ni lingüistas? Precisamente, en el campo del lenguaje es donde más mujeres profesionales existen. Pero allí están sólo cuatro solitarias mujeres. No, creo que no son muy listos los señores de la RAE por ignorar de esa manera a tantas mujeres inteligentes como ha tenido este país.
Y para terminar, lo de tender la ropa o poner la lavadora o hacer la comida ( y demás tareas del hogar)es un recurso muy fácil al que acudís los hombres hoy en día. Es vuestra obligación, ni más ni menos y deberíais sentiros avergonzados de no haber empezado a hacerlo antes. El hogar en una pareja es cosa de dos: es un espacio de amor y cuidados, de armonía y equilibrio, pero también una responsabilidad compartida.
Y voy a dejar ya el tema, que estoy muy cansada...