5 mar 2009

Más Ecofeminismo


He localizado una entrevista más amplia con Alicia Puleo. Las cosas que dice me parecen interesantísimas y dignas de tomar nota de ellas en cuanto a la explotación de los recursos naturales y las iniciativas que han tenido mujeres en todo el mundo para defender la Tierra.

ALICIA PULEO: “EXISTE UN ECOFEMINISMO PARA LA IGUALDAD EN EL FUTURO MODELO DE DESARROLLO”
Por Juan Carlos Ruiz

La carencia de una perspectiva de género en muchas políticas, incluida la medioambiental, es una realidad. En general, no se tiene en cuenta a las mujeres y su experiencia. La desigualdad entre mujeres y hombres no es algo baladí y afecta todos los ámbitos sociales y culturales. (…) Y en esa senda está una corriente feminista de la que se ha hablado poco o nada: el ecofeminismo. Una de sus máximas representantes en nuestro país es Alicia H. Puleo, catedrática de Filosofía Moral y directora de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de Valladolid. Autora de numerosos libros y artículos (…).

Alicia, ¿crees que en estos momentos debe darse un diálogo entre ecologismo y feminismo?
Yo creo que sí. (…) el ecofeminismo es la corriente de la teoría y del movimiento de mujeres que considera que existe una serie de puntos de contacto que hacen que la ecología sea un tema feminista o un tema que importe a las mujeres. Uno de ellos, quizás el mas evidente, es la cuestión de la salud. Aunque el deterioro medioambiental nos daña a todos, a hombres y mujeres, estas últimas parecen ser las primeras afectadas. No soy bióloga, ni medico, soy filósofa, pero me baso en una serie de estudios que señalan que los trastornos debidos a la contaminación afectan de manera particular a las mujeres porque su organismo tiene mayor proporción de tejido graso. Ciertas sustancias tóxicas se fijan en la grasa. Como señala el Colectivo de Mujeres de Boston en la ultima edición de ese inestimable manual de ginecología alternativa “Nuestros cuerpos, nuestras vidas”, este hecho, unido a la condición de inestabilidad hormonal del organismo femenino, explicaría por que se da más en las mujeres el síndrome de hipersensibilidad química múltiple.
Otro punto de contacto es, por ejemplo, la incidencia de los pesticidas en las trabajadoras del campo. Los xenoestrógenos son sustancias químicas que por ser similares a los estrógenos producen patologías especiales en las mujeres. Algunos investigadores relacionan el gran aumento del cáncer de mama en las dos ultimas décadas con la exposición a xenoestrógenos presentes en pesticidas, en las dioxinas liberadas al medio ambiente por las incineradoras, en las resinas sintéticas de barnices y pinturas, en los envoltorios de plástico y en numerosos productos de cosmética. Ahí tenemos, pues, un aspecto muy específico de la cuestión de por qué la ecología les tiene que interesar particularmente a las mujeres. Otra de las razones del contacto entre ambas problemáticas es la situación de las mujeres pobres en el Tercer Mundo.
Si lo que acabo de mencionar con respecto a la salud afecta a todas las mujeres, incluso a las privilegiadas del Primer Mundo que consumen con alegría y placer innumerables productos sofisticadamente envenenados, las mujeres pobres del Tercer Mundo son las que soportan sólo la cara perversa del desarrollo y de la destrucción de un medio ambiente del que antes extraían los alimentos necesarios para subsistir.
Con la globalización del capitalismo, se ha llevado a cabo una reconversión de grandes extensiones que eran salvajes, que estaban dedicadas a la recogida de leña o al cultivo del huerto. Ha desaparecido su biodiversidad, se ha dado paso a los monocultivos y ya toda la producción de esas tierras se dirige al mercado mundial, destinada a consumidores que dispongan de dinero. Una de las razones del ecofeminismo que viene del Sur es justamente el gran deterioro de la calidad de vida de millones de mujeres que ahora tienen que caminar muchos kilómetros para encontrar algo de leña para el hogar en una tierra devastada o trabajan con los niños en plantaciones contaminadas por las fumigaciones. El desarrollo que les ha llegado con los créditos internacionales es, como bien dice Vandana Shiva, un "mal desarrollo".
¿Cómo es la convivencia del ecologismo y el feminismo en el caso de España?
(…) El movimiento feminista es una parte de la sociedad y, como tal participa de sus características generales. Todavía hay poca preocupación, por ejemplo, por los efectos de la contaminación en la salud. Subsiste la confianza absoluta en la tecnología como la gran solución a todos los problemas, incluso los creados por ella misma. (...)
Quizá también influye el antropocentrismo muy fuerte del feminismo español, entendiendo por "antropocentrismo" la idea de que sólo lo humano merece consideración moral. En consecuencia, hay una reducción de los intereses del feminismo a los intereses del mundo humano, y dentro del mundo humano, a las mujeres, sin ver que muchas veces para conservar o respetar esos intereses de las mujeres es necesario ampliar un poco mas el marco.
¿Peca el ecologismo de patriarcal?
El ecologismo es plural, en él hay muchas personas diferentes. Por lo tanto, todo juicio generalizador, igual que el que he hecho para el feminismo, es un juicio en cierta medida injusto. Pero, estadísticamente hablando (…) gran parte del ecologismo español todavía no sabe comunicar con el colectivo femenino. A veces miro los artículos ecologistas y, a pesar de estar sensibilizada, se me caen un poco de las manos. Generalmente son demasiado técnicos, utilizan un lenguaje muy instrumental. Por supuesto que hay una parte muy importante de la ecología que tiene que ser técnica, pero no se debe confundir seriedad con exclusión de la afectividad. El feminismo psicoanalítico ha puesto de relieve la tendencia a manejar las cosas con un distanciamiento muy grande como un mecanismo de defensa y de identidad masculinos.
El lenguaje que evita toda referencia al sentimiento con respecto a la Naturaleza es parte del estilo androcéntrico. (…) la educación ambiental que se está dando en la escuela, ¿no es una educación donde la naturaleza es todavía un "recurso" que hay que "gestionar bien"?. No hay una educación sentimental de los niños y niñas para crear una nueva mirada hacia el mundo no humano. Y en el caso de los movimientos sociales, una educación sentimental para mirar, no el medio ambiente, sino la Naturaleza.
Me parece muy importante destacar la ya clásica diferencia conceptual entre "medio ambiente" que alude a la naturaleza como un escenario de la acción humana y "Naturaleza" que asume una perspectiva mas profunda en la que lo no humano ya no es un decorado para las proezas de la humanidad, sino que es algo mas, algo que emociona y que deseamos preservar porque la amamos. A mi juicio, falta una movilización emocional que vaya mas allá del mero cuidar el medio ambiente porque nos conviene. Nos ofrecen un discurso en el que la naturaleza parece sólo un recurso administrable.
(…) Al respecto, permíteme una anécdota familiar. Mi madre procedía de una familia naturista asturiana, de ese naturismo libertario que había surgido en Asturias en el siglo XIX. A través de mi madre y de un tío mío, gracias a esa tradición, aprendí a amar la naturaleza, a amar aquello que no es recurso económico. Recuerdo que, siendo yo muy pequeña, un día mi madre me mostró las almohadillas de la pata de un pequeño gatito que teníamos y me dijo: "¡Mira, qué maravilla, qué perfección, qué belleza!". En la niñez, evidentemente, eso es mucho mas importante que oír que hay que "administrar bien los recursos naturales" o separar los residuos para su reciclado. Eso está muy bien, pero tiene que haber una base emocional para que se grabe de manera indeleble. (…)
¿Compartes lo que decía Simón de Beauvoir de "no se nace mujer sino que se llega a serlo"?
Cuando hablamos de género, nos referimos a la parte de construcción social, no a características innatas. Pero lo mismo hay que afirmar para el varón. Porque el varón tampoco nace, sino que se hace. En las últimas dos décadas, el feminismo ha trabajado bastante esta cuestión. (…)
El ecofeminismo, por tanto, deduzco por todo lo que dices, ¿puede ser un medio para conseguir esta igualdad?
(…) el ecofemismo es también la forma de estar presentes en la elaboración de un modelo para el porvenir. Ese sería un aspecto pragmático del ecofeminismo.
¿Quiénes ponen la primera piedra de toda esta corriente?
En el año 1974, la primera teórica que usó la palabra "ecofeminismo" fue Françoise D’Eaubonne. Lo hizo en un articulo titulado "El feminismo o la muerte". (…) Un poco mas tarde, el tema se traslada al mundo anglosajón (…) que consideran que los sexos se diferencian absolutamente y que las mujeres están más cerca de la naturaleza. Ésta tendencia recoge la antigua idea patriarcal, pero le da un sentido positivo. Estar cerca de la naturaleza no es visto como inferior, sino, por el contrario, como superior. En un período histórico de temor a la guerra atómica, pensaron en los hombres como creadores de una civilización belicosa y autodestructiva. (…)

Con el paso del tiempo han surgido otras tendencias. (…) se ha podido saber que existen en el mundo movimientos de resistencia al "mal desarrollo" en las que las protagonistas sois las mujeres. El colectivo de mujeres Chipko es un caso. A mi me gustaría saber si es cierto que ellas consiguieron detener la deforestación total del Himalaya.
Por lo que yo sé, sí. Su lucha fue exitosa. Y además, lo que es interesante es que estas mujeres después evolucionaron hacia reivindicaciones de corte feminista (…) Aquella fue una rebelión de las mujeres, pero no sólo contra las maquinas y la destrucción medioambiental, sino contra los maridos deslumbrados por unas monedas. Luego, el movimiento Chipko asumió también la lucha por la participación política de las mujeres. (…) Pero el caso de las mujeres Chipko no es el único, porque en estos momentos, por ejemplo, en Santiago del Estero, Argentina, tengo noticias de mujeres indígenas que están haciendo algo parecido. Hacen guardia con sus hijos en brazos para que las máquinas de desbroce y tala no entren en sus tierras. Son acciones donde la acción se inicia sin una teoría. Después, sus protagonistas van evolucionando hacia una toma de conciencia de la significación de lo que han hecho.

Precisamente en América Latina también se están sentado las bases para un desarrollo limpio y se ha acuñado un termino fundamental para el futuro: la "ecojusticia".
Justamente, Ivone Gevara, la teóloga brasileña, retoma la idea de Hans Küng de "ecojusticia", porque considera que preservar la naturaleza es hacer justicia a los más pobres, de las criaturas vivientes. El desarrollo ecofeminista de la Teología de la Liberación incluye la idea de preservación medioambiental como justicia social. (…) Las ciudades latinoamericanas sufren problemas de contaminación que afectan gravemente la salud (aunque no solo en el llamado Tercer Mundo, si nos atenemos al informe científico sobre cáncer, alergias y deformaciones congénitas provocadas por el deterioro del medioambiente en Francia, presentado en febrero de 2004 al gobierno de ese país). En Brasil, hay dos redes de mujeres que se ocupan de la educación medioambiental de las mujeres, de la concienciación para que conozcan los problemas de salud que provoca el contacto con pesticidas y desechos tóxicos y organicen un reciclaje de la basura en las chabolas, en los barrios en los que no hay servicios municipales y donde las asociaciones tienen que negociar con los ayuntamientos para conseguir al menos un mínimo de atención. Como es lógico, allí ya hay un elemento social muy fuerte en el tema medioambiental.

Frente al ecofeminismo espiritualista del que venías hablando encontramos el constructivista. ¿Cuales son sus tesis?
Se trata del ecofeminismo mas reciente, surgido a partir de los años noventa. Para diferenciarse del anterior, a menudo toma el nombre de "feminismo ecológico". Sostiene que no hay una esencia femenina que acerque a la mujeres a la naturaleza, sino un devenir histórico con estructuras socioeconómicas determinadas que ha acercado a las mujeres a la naturaleza y alejado a los varones de ella, que ha reprimido ciertas características en los varones, como por ejemplo, la expresión y cultivo de los sentimientos (…)
(…) propone una política de alianzas, (…) para determinadas acciones. (…). Muchas ecofeministas están preocupadas con el sufrimiento animal y lo tematizan en sus obras. (…) Plumwood propuso una gran alianza entre asociaciones de consumidores preocupados por la salud, ecologistas preocupados por el medio ambiente, ecofeministas preocupadas por el sufrimiento animal, movimientos de liberación animal y pequeños productores. Todos podrían converger en una política de lucha contra la producción industrial de carne; porque en esa producción, que es nefasta para la salud y para el medio ambiente y hace vivir un autentico infierno a los animales, se daría un punto común en el cual esos grupos que luchan por acciones diversas podrían ponerse de acuerdo y decir: esto no debe ser así. Las terneras estabuladas inmovilizadas en cajas para que la carne tenga un color pálido atractivo para el consumidor, la producción avícola en batería con pollos llenos de tumores y llagas, tratados con antibióticos, etc., etc. (…) Esta es una propuesta de una pensadora para el futuro inmediato pero podría darte ejemplos de políticas de alianza sin fusión que ya se han producido. En EEUU ha habido muchas experiencias de ecofeministas y sindicalistas que se unen en un momento determinado para denunciar la contaminación que sufren las trabajadoras. (…)
¿Estamos ante un nuevo modelo ético y político?
Pienso que sí. Creo que podría ser un feminismo para los tiempos del cambio climático. (…)
¿Es un reto a los gobiernos que no contemplan las cuestiones de género en sus políticas, incluida la medioambiental?
No sólo es un reto para esos gobiernos, sino también para los que tienen en cuenta la perspectiva de género (…). En general, esas políticas se hacen únicamente desde la perspectiva de la integración de las mujeres en algo que ya existe y que es insostenible. Entonces, el ecofeminismo es un reto para obtener no sólo la igualdad, sino también una transformación del modelo social con vistas a que no sea un modelo destructor de la base material de la humanidad, que es la Naturaleza.
¿La utopía va a dar paso a realidades concretas?
(…) si lo que me preguntas es si realmente el modelo va a poder concretarse a corto plazo, yo contestaría que todavía hay un paradigma de desarrollo insostenible demasiado establecido como para que eso sea posible. Pero podemos ir avanzando en pequeñas experiencias que irán cristalizando en un proyecto global.
¿Que nos queda por hacer a los hombres?
(…) Es necesario dar voz y dialogar intelectualmente. Las mujeres siempre hemos estudiado las teorías hechas por los varones, pero hace poco tiempo que estos comienzan a interesarse por la teoría feminista. Es importante llegar plenamente a ese diálogo en condiciones de igualdad para bien de todos. (…)

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